Desde la llegada de la pandemia al país a inicios del 2020 los derechos a la salud, educación y protección integral a la niñez se ahondaron con mayor grado en familias de recursos económicos limitados.
La falta de recursos económicos en padres y madres de familia, en el enunciado derecho a la educación y las ganas de seguir estudiando ha motivado a que muchos niños, niñas y adolescentes aporten económicamente a su hogar y acceder a la señal de internet para su formación.
Según informes de la Organización Internacional del Trabajo en Bolivia 92.000 niños, niñas y adolescentes son insertados a la cadena del trabajo infantil debido a la pandemia mundial.
La Defensoría del Pueblo, a través de su máxima representante Nadia Cruz ha denunciado que en Bolivia no funciona el sistema de protección del trabajo de niños, niñas y adolescentes y que los municipios no cuentan con datos de esta realidad.
Cruz advirtió que en estos tiempos de pandemia, la situación de la niñez y adolescencia empeora, porque se los margina y las normas e instituciones los exponen a la explotación y trabajos peligrosos.
Por: Profesor Walter José Nina Cutipa